Que son los chakras
Una vez visto el concepto general de los chakras y lo que son, cosa que se puede encontrar en cualquier página de internet que trate sobre la espiritualidad, la sanación, el yoga, etc., ahora vamos a describir realmente lo que es un chakra desde el punto de vista de la Ciencia Moderna.
El chakra, ya hemos dicho que es un remolino energético en forma de espiral, por el que transita la energía de nuestro cuerpo, pero realmente es mucho mas, realmente actúa como un generador energético, permitiendo la interacción entre la energía existente en los distintos planos dimensionales de todos nuestros multiversos. Un chakra, es un espacio fractal a escala que permite la interconexión de lo espiritual, con lo material, en un plano de 3D. Es la forma en la que nuestro cuerpo físico, se comunican con los distintos planos energéticos de nuestro SER, y al mismo tiempo con su Divinidad. Esto está asociado a la Geometría Sagrada. Todo está integrado en la geometría sagrada, es como un mecano, o un juguete que hace que unas geometrías entren dentro de otras de forma armónica.
El Número de Oro fue usado en la antigüedad para crear edificaciones, templos, esculturas o pinturas de proporciones armónicas. Los maestros canteros usaban el número de oro en la construcción de catedrales e iglesias.
Veamos el empleo de la sección de oro en algunos de los monumentos más relevantes de la humanidad.
.- Si dividimos la altura de cualquiera de los tres triángulos que forman la Gran Pirámide de Keops entre su lado observamos que es igual a 2 Phi (dos veces el número de oro).
.- En el Partenón de Atenas (s. V a.C.) también encontramos el número áureo en numerosas proporciones. Por ejemplo, la base del frente es a la altura multiplicada por Phi. Para los griegos la fórmula matemática para conseguir la belleza era el número de oro.
Lo que confiere a una obra de arte su belleza es nuestra reacción inconsciente a la geometría sagrada que subyace en la misma. Su perfección inherente no se debe a los materiales o colores que la conforman, sino a las proporciones armónicas de su diseño, dictadas por las leyes de la geometría sagrada que rigen el universo. Se comprueba fácilmente mediante kinesiología como un objeto que no cumple las proporciones sagradas nos desvitaliza.
Existe una relación simple, entre la geometría, la conciencia y el sentimiento o la emoción.
Al hacer geometría sagrada, nos relacionamos con la espiral (el chakra), ya que es muy importante con respecto a la energía del corazón. Esta abre todas las puertas. Existen dos espirales particulares que son sagradas. Las geometrías cambian de forma sutil, al estar hechas de luz, cambian según nuestros sentimientos, cambiando hacia un patrón superior de evolución. Geometría + sentimientos = geometría sagrada.
La espiral de proporcion Áurea (phi). Phi no tiene principio ni fin, por lo que la espiral se alarga hasta romper el plano de nuestra realidad y seguir hacia la siguiente realidad, en la que la veríamos hacerse cada vez más pequeña hasta que rompe el plano de esa otra realidad y sigue en la siguiente. Una de sus referencias es la de su proporciona Áurea o Phi. La proporción Áurea es una buena analogía del espíritu en la materia. Esta atraviesa todas las dimensiones, sin principio ni fin.
La forma material de la espiral sagrada (chakra) formada por el nº Phi, es la representación material de lo espiritual o sagrado, y la encontramos en la base de una sucesión numérica. Cuando hablamos de la materia, hacemos referencia a la Sucesión Fibonacci, en donde la espiral termina comenzando sin principio, ya que todo tiene un principio en el entorno material.
La sucesión de Fibonacci es una secuencia de números enteros descubierta por matemáticos hindúes hacia el año 1135 y descrita por primera vez en Europa gracias a Fibonacci (Leonardo de Pisa).
La Fibonacci, comienza con 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, 1597, 2584, 4181, 6765, 10946, 17711, 28657, 46368, 75025, 121393, 196418, 317811, ..., la interpretación es:
Cada número se calcula sumando los dos anteriores a él.
El 2 se calcula sumando (1+1)
Análogamente, el 3 es sólo (1+2),
Y el 5 es (2+3),
¡y sigue!
Tambien es la suma de nuestro pasado y nuestro presente, y eso es lo que determina nuestro futuro, de tal manera, con la Fibonacci, encontramos un ejemplo de interpretacion de lo mistico y lo sagrado.
.- 1, que su presente, mira a su pasado y sabe dónde ir.
.- 1, como su pasado era 0, + su presente 1= 1
.- 2, presente 1+ su pasado 1= 2
.- 3, presente 2+ su pasado 1= 3
.- 5, presente 3+ su pasado 2= 5
Y así sucesivamente. Es así como funciona todo en la vida, las plantas comienzan así, primero con una hoja y luego siguen la Secuencia Fibonacci.
En términos metafísicos, la Fibonacci, trata de aproximarse a la proporción Áurea, en el mundo material, de esta forma existe un puente de unión entre lo físico y lo energético, entre el cuerpo y la mente. Entre estas dos espirales, tenemos una analogía de lo material y la espiritualidad o conciencia. La materia intenta aproximarse a la espiritualidad. De Fibonacci a la proporción Áurea. Estas dos espirales representan lo que es un chakra en su más amplio sentido.
Si tomas dos números de Fibonacci consecutivos (uno detrás del otro), su cociente está muy cerca de la razón aúrea "φ" que tiene el valor aproximado 1.618034...
De hecho, cuanto más grandes los números de Fibonacci, más cerca está la aproximación. Probemos con algunos, y veamos ahora como se desarrolla.
El número de oro o número Phi (ver fórmula) es el único número del universo que cumple que si se calcula su cuadrado, da como resultado el mismo número más una unidad, y si se hace el inverso, el resultado es el número de oro menos una unidad.
Similitud de la Fibonacci, acercándose a la proporción divina, a la espiritualidad. Para ello, dividiremos los numeros de dicha susesion, de tal manera que en un intervalo de dos numeros de dicha susesion se divida el mayor por el menor, quedando de la siguiente forma:
.- 1/1 = 1 por debajo de Phi
.- 2/1 = 2 por arriba de Phi
.- 3/2 = 1.5 por abajo
.- 5/3 = 1.66666... por arriba
.- 8/5 = 1.6 por abajo
.- 13/8 = 1.625 por arriba
.- 21/13 = 1.6153846... por abajo
.- 34/21 = 1.6190476... por arriba
.- 55/34 = 1.6176470... por abajo
.- 89/55 = 1.6181818... así sucesivamente cada vez más próximo al número PHI
Las dos espirales, se alinean en una grafica polar, dentro de un tetraedro (triangulo equilátero), inmerso en una esfera, con las dos espirales superpuestas. En esto tenemos un tetraedro, una espiral y una esfera.
Una de las propiedades de la sucesión, es al construir bloques cuya longitud de lado sean números de Fibonacci, pues se obtiene un dibujo que asemeja al rectángulo áureo.
La sección Aurea, también llamada proporción áurea, es la división armónica de un segmento en media y extrema razón. Es decir, que el segmento menor es al segmento mayor, como éste es a la totalidad. De esta manera se establece una relación de tamaños con la misma proporcionalidad entre el todo dividido entre el mayor y el menor.
Un ejemplo sencillo de proporciones áureas sería el de un rectángulo cuyo largo dividido entre su ancho nos da el número de oro Phi (1,618...). El número sagrado es la relación entre la superficie del círculo y la superficie de un cuadrado cuyo lado sea igual al diámetro del círculo.
A través de estas dos graficas, o rectángulos de ORO, el correspondiente al nº Aureo y al creado por La Fibonacci, podemos intuir a la espiral en ellos.
A partir del número de oro se obtiene la espiral áurea. La galaxia en la que vivimos, la Vía Láctea, es una espiral. Podemos escuchar sonidos gracias al caracol con forma de espiral del oído interno. También encontramos la espiral en el ADN y en la concha de numerosos moluscos (de hecho, las caracolas crecen en función de proporciones áureas).
El movimiento en espiral es uno de los movimientos fundamentales de la naturaleza. Es tan importante que si no existiera, la sangre no podría moverse por las venas del cuerpo.
Partiendo de rectángulo áureo, sacaremos la espiral aurea;
Esta es la espiral que se presupone en el rectángulo de Oro, donde al hacer un cuadrado, el objeto restante es un rectángulo de proporción Aurea. Ademas en la sucesion Fibonacci, obtendramos:
Las dos espirales, tanto la obtenida del rectángulo de Oro, como de la sucesión Fibonacci, se aproximan cuanto mayor es La Fibonacci, alineándose las dos en una grafica polar, dentro de un tetraedro (triangulo equilátero), inmerso en una esfera, con las dos espirales superpuestas. En esto tenemos un tetraedro, una espiral y una esfera.
El resultado es el torbellino que se interpreta como chakra, o espiral energetica que conecta los distintos planos de las realidades supersimetricas.
Lo más curioso de esta sucesión es su presencia en la naturaleza. La sucesión de Fibonacci está muy ligado a la vida y estos hechos lo demuestran:
El Sistema Solar pareciera seguir este patrón: Mercurio (1), Venus (1), La Tierra (2, incluyendo La Luna), Marte (3, incluyendo Fobos y Deimos). Hasta aquí la semejanza, pues el planeta que sigue en el Sistema olar (Júpiter) tiene más de 60 satélites conocidos. Sin embargo, sólo 4 de ellos son observables fácilmente (Io, Europa, Ganímedes y Calisto), dado que los otros son marcadamente más pequeños. Así, podemos extender hasta el número 5 la presencia de la serie de Fibonacci en nuestro Sistema Solar.
La gran mayoría de los árboles parecen crecer siguiendo la sucesión de fibonacci: El tronco (1) se divide en una rama grande (1), esta rama se divide en dos (2), luego, cada una de ellas se divide en 3 (3) ramas más pequeñas, y así sucesivamente.
Los machos de una colmena de abejas tienen un árbol genealógico que cumple con esta sucesión. El hecho es que los zánganos, el macho de la abeja, no tiene padre (1), pero sí que tiene una madre (1, 1), dos abuelos, que son los padres de la reina (1, 1, 2), tres bisabuelos, ya que el padre de la reina no tiene padre (1, 1, 2, 3), cinco tatarabuelos (1, 1, 2, 3, 5), ocho tataratatarabuelos (1, 1, 2, 3, 5, 8) y así sucesivamente, cumpliendo con la sucesión de Fibonacci.
El número de pétalos de una flor es generalmente un término de Fibonacci. Hay flores con 2 pétalos, 3, 5, 8, 13, 21, 34, pero muy rara vez es un número que no esté en esta sucesión.
En las espirales de los girasoles, y en las espirales de las piñas.
Pero lo que nos atrae, es como se manifiesta en el ser humano;
.- En el cuerpo humano podemos decir que la cabeza es 1, el cuello, 1, los brazos (2) brazo, antebrazo y mano (3), luego los cinco dedos (5), es decir, la sucesión de Fibonacci hasta el 5.
.- En la mano humana también se encuentra esta recurrencia, la longitud del metacarpo es la suma de las dos falanges proximales y la longitud de la primera falange es la suma de las dos falanges distales.
.- En la relación entre la altura total de un ser humano y la altura hasta su ombligo. El cociente de estas dos alturas, también da la proporción Aurea.
.- Lo mismo ocurre con otras zonas del cuerpo humano, como la relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla.
.- El famoso hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci nos muestra las proporciones áureas del cuerpo humano. Encontramos el número Phi miles de veces en el cuerpo humano entre las que también destacamos:
.- el largo total del brazo hasta la punta del dedo medio dividido por el largo del antebrazo hasta la punta del dedo medio.
.- la relación entre la longitud de la mano y la longitud del antebrazo.
.- la relación entre la longitud de la cabeza y su anchura...
Y en muchos lugares más.
Si de la espiral obtenida en la susesin fibonacci, o con el numero PHI (Aureo), lo invertimos tenemos:
Todo está integrado en la geometría sagrada, es como un mecano, o un juguete que hace que unas geometrías entren dentro de otras de forma armónica. Si no hay armonía, las personas no brillan, no lucen, en el momento que hay armonía, a todos nos llama la atención, se aprecia un brillo especial en los ojos, etc.
Todo es una relación entre un cuerpo material, hecho a semejanza con La Fibonacci, de algo divino, la proporción Aurea, siendo la espiral aurea, la forma de los chakras, que conectan dicha divinidad en un plano material, que permiten la interconexión con todo cuanto hay creado en el universo, y que está hecho a imagen y semejanza de la proporción aurea o Divinidad.
Somos hechos a imagen y semejanza, y nuestra misión es mantener el flujo armónico de intercambio con nuestra espiritualidad, nuestra divinidad, a través del intercambio energético y armónico de nuestro chakras, dentro de nuestro cuerpo, y con las demás capas del Aura, y planos de existencia.
Un chakra es un remolino energético de Phi, que genera un espacio fractal a escala, donde todo funciona al máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo, y que conecta la parte material con la parte divina de cada ser permitiendo el flujo de luz e información entre ambas partes.
